Historia de la democracia en españa

España democracia o monarquía

El rompecabezas de la alta deuda pública y el bajo riesgo crediticio de Uruguay: “lo que no se ve es lo que hay “Cuatro lecciones sobre la interacción entre las políticas de mitigación del cambio climático y el comportamiento socialTaller “Vías geopolíticas para la transición energética: la relación transatlántica

Este Documento de Trabajo[1] pretende arrojar nueva luz sobre las dimensiones internacionales del proceso de democratización de España (1975-86), un tema que empezó a recibir atención académica seria por primera vez a principios de los años noventa. [2] Aplica algunas de las ideas derivadas de la literatura académica reciente sobre democratización a un análisis del caso español, prestando especial atención a los factores externos que incidieron en la evolución socioeconómica del país en los años previos a la transición; la influencia de la Iglesia Católica Romana; la polifacética dimensión europea, en particular el papel de las Comunidades Europeas (CE) y las principales democracias europeas (sobre todo, Alemania); y el impacto (relativamente limitado) de EE.UU. y la OTAN.

¿Era España una democracia en 1898?

Alfonso XII y la regencia de María Cristina (1874-1898)

Esta constitución estableció España como una monarquía constitucional con una legislatura bicameral (Cortes Generales), compuesta por una cámara alta (Senado), y una cámara baja (Congreso de los Diputados).

¿Qué hace que España sea una democracia?

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. 2. 2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado.

¿Se restauró la democracia en España en 1975?

En la historia de la España contemporánea, la muerte del caudillo Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 marcó el inicio de la transición española a la democracia, la instauración de la monarquía parlamentaria y el posterior acceso al trono del Rey Juan Carlos I.

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Gobierno español en el exilio

Las sociedades secretas y la prensa constituyen, pues, la sustancia del análisis de Thomson, que sustenta en un minucioso interrogatorio de los periódicos radicales, los informes policiales de la Revolución de Loja, los archivos municipales y el archivo personal del general Narváez. Thomson también moviliza la fuente más preciada en la España del siglo XIX, las memorias políticas, una de cada lado de la división política (Pérez del Álamo y el gobernador civil moderado, Antonio Guerola). Este amplio conjunto de investigaciones primarias permite a Thomson construir una cronología coherente y satisfactoriamente biográfica, dividida en 13 capítulos y cuatro partes. La primera parte explora las raíces del faccionalismo político y la clandestinidad durante la Década Moderada (1844-54), hasta la Revolución de Loja. La segunda parte explora la ocupación radical de Loja en julio de 1861 y su posterior represión por los tribunales militares. La tercera parte explora tanto la pervivencia del radicalismo conspirador como los intentos de los moderados por resucitar el catolicismo caduco como medio de alejar a los aldeanos de los subversivos demócratas, varios de los cuales eran tanto más censurables por ser evangelizadores protestantes que contaban con Gibraltar como base y boliche. Y la cuarta parte trata de cómo la caída de la monarquía borbónica en la Gloriosa de 1868 liberó a los demócratas de la clandestinidad y les permitió fusionarse con los progresistas de izquierda para formar un Partido Republicano unido.

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Monarquía España

En la historia de la España contemporánea, la muerte del caudillo Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975 marcó el inicio de la transición española a la democracia, la instauración de la monarquía parlamentaria y el posterior acceso al trono del rey Juan Carlos I. En 1978 se firmó la actual Constitución Española de 1978 y se definió el estatuto de las autonomías.

En su discurso de coronación, el Rey había abierto la posibilidad de una reforma en la línea de la monarquía constitucional. Sin embargo, para que esto fuera posible, altos cargos del régimen anterior tuvieron que ser expulsados del poder.

En el nuevo gobierno había muchos “reformistas”, como Manuel Fraga, que era la cabeza visible del gobierno. Manuel Fraga discutía a menudo con la oposición (llegando a encarcelar a dirigentes de la Platajunta, una coalición híbrida de la Junta Democrática y la Plataforma de Convergencia Democrática), a la que quería quitar de en medio. Fraga prefería una “evolución lenta” hacia la democracia, a diferencia del Rey.

¿Era España una democracia antes de Franco?

Este artículo trata sobre la Restauración borbónica en España de 1874. Para la Restauración borbónica en España de 1814, véase Restauración absolutista. Para la Restauración borbónica en España de 1975, véase Transición española a la democracia.

LegislaturaCortes Generales- Cámara AltaSenado- Cámara BajaCongreso de los DiputadosHistoria – Pronunciamiento 29 de diciembre de 1874- Constitución aprobada 30 de junio de 1876- Guerra Hispano-Americana 25 abr-12 ago 1898- Guerra de Melilla 1909-1910- Pacto de San Sebastián 17 de agosto de 1930- Proclamación de la República 14 de abril de 1931

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Se denomina Restauración o Restauración borbónica al periodo que comenzó el 29 de diciembre de 1874 -tras el golpe de Estado del general Arsenio Martínez Campos que puso fin a la Primera República Española y restauró la monarquía de Alfonso XII- y finalizó el 14 de abril de 1931 con la proclamación de la Segunda República Española.

Tras casi un siglo de inestabilidad política y numerosas guerras civiles, el objetivo de la Restauración era crear un nuevo sistema político que garantizara la estabilidad mediante la práctica del turnismo. Se trataba de la rotación deliberada de los partidos liberal y conservador en el gobierno, a menudo conseguida mediante fraude electoral. La oposición al sistema procedía de republicanos, socialistas, anarquistas, nacionalistas vascos y catalanes, y carlistas.

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